La alcaldesa de Ampuero del PP sobre la ruptura del pacto con el PRC: "estamos tranquilos y trabajando"

La alcaldesa de Ampuero, la 'popular' Amaya Fernández, ha asegurado que en el equipo de Gobierno (PP) "estamos tranquilos" y "trabajando" tras la ruptura de pacto con el PRC y la expulsión de los tres concejales regionalistas del gobierno municipal.

Así lo ha señalado Fernández este viernes a preguntas de la prensa durante la presentación de la sexta edición de la feria ganadera ‘Villa de Ampuero’ en Santander junto al consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia.

Concretamente, a Fernández le han preguntado por la situación actual en el Consistorio tras la ruptura del pacto de gobierno PP-PRC y si teme que pueda presentarse una moción de censura.

La regidora 'popular' ha manifestado que los cuatro concejales del PP que integran en estos momentos el equipo de Gobierno en solitario "estamos tranquilos, estamos trabajando y confiamos en que todo vaya bien".

Es lo único que ha dicho porque, tal y como ha explicado, "hemos venido a hablar de la feria y me gustaría que fuese la protagonista y no cualquier otro tema que pueda enturbiar el día de mañana que es muy importante".

La alcaldesa de Ampuero informó el pasado lunes a través de un comunicado que había roto el pacto de gobierno entre su partido, el PP, y el PRC en el municipio, procediendo al cese de los tres concejales regionalistas, por "una falta de confianza total y absoluta" en ellos, a quienes acusó de "poner palos en las ruedas" a la gobernabilidad y promover "rumores continuos de una posible moción de censura".

El pacto de gobierno entre ambas formaciones se alcanzó en octubre de 2023, cinco meses después de las elecciones municipales en las que el PP obtuvo cuatro concejales, el PSOE otro cuatro y el PRC tres.

Tras el anuncio de la ruptura del pacto de gobierno por parte de la alcaldesa, el PRC atribuyó la situación y la expulsión de sus concejales a su negativa a acatar el "ordeno y mando" de la regidora que, pese a no contar con mayoría absoluta en la Corporación, ha tenido "nula voluntad" de compartir con sus socios las responsabilidades de Gobierno, calificando lo sucedido de "crónica de una muerte anunciada".