De ello ha informado a Europa Press Javier Castro, de UGT, quien señala que esa integración de oficinas se ha producido en Miño, Malpica y Curtis (A Coruña), en Pobra de Trives y Beariz (Ourense), así como en Salvaterra de Miño (Pontevedra).
Estos cierres tuvieron lugar entre finales de junio y comienzos de julio. Los trabajadores de estas sucursales --que en principio son 30 en España, seis de ellas en Galicia-- ofrecen sus servicios en el mismo local, pero de forma independiente, si bien los directores y subdirectores de ambas redes pueden intercambiar alguna función. Esta situación de oficinas compartidas terminará cuando se produzca la fusión efectiva de Santander y Popular, ya aprobada.
Al respecto, Javier Castro explica que este "primer envite" con el cierre de seis oficinas "no ha tenido repercusión" en pérdida de empleo, más allá del "trastorno" y las "dificultades operativas del día a día". "Cuando quieran abordar este tema y otros debemos sentarnos en la pertinente mesa de negociación", agrega.
Fuentes del Santander consultadas por Europa Press no han entrado a evaluar esta situación y se han limitado a señalar que el "grueso" de este plan "no empieza ahora".