El mercado laboral cántabro, tras una "buena" campaña estival desde el punto de vista del empleo, y un año "positivo", presenta "cierta desaceleración", según la Dirección Provincial del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
En su informe de agosto, el SEPE señala que, como es habitual, se alcanzan los máximos anuales de actividad en Cantabria, con 240.000 afiliaciones, y si bien al final del mes se reinicia el periodo postvacacional, no llega a alcanzar los máximos estivales.
En lo que va de año, la tónica general del mercado laboral regional sigue siendo positiva, aunque se observa cierta desaceleración, plasmada, explica el SEPE, en la ralentización del descenso del paro registrado --en los años anteriores a la crisis de 2008 había unos 10.000 parados menos--, sin que el incremento de la población activa justifique la diferencia.
Además, la comunidad sigue arrastrando los problemas estructurales que lastran su mercado de trabajo, como el desempleo de larga duración (más de la mitad, 15.026 personas, lleva más de un año desempleada) y la brecha entre hombres y mujeres, de 18 puntos porcentuales.
La contratación conserva la buena tendencia en el sentido de que se mantienen el alto porcentaje de estabilidad, el número de personas que participan de la contratación, así como el buen ritmo de las nuevas incorporaciones de primer empleo y la equilibrada distribución entre hombres y mujeres, lo que contrasta con las paradas registradas.
Aun así, el volumen de contratación desciende, tanto la indefinida como la temporal, a la vez que se incrementa la parcialidad en sus distintas modalidades.
Por otra parte, en este contexto de tendencia positiva, el SEPE advierte sobre la paradoja de la dificultad para encontrar recursos humanos disponibles, sea de manera puntual o permanente.
