Las carreteras cántabras han registrado un total de 439 accidentes de tráfico en julio y agosto con tres personas fallecidas, una menos que en los mismos meses de 2023, además de 21 heridos hospitalizados y 251 de carácter leve.
Estos datos suponen un ligero descenso de la siniestralidad vial respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se contabilizaron 541 accidentes con cuatro fallecidos, 18 hospitalizados y 232 heridos leves.
Según ha detallado la Delegación del Gobierno en Cantabria en un comunicado, los accidentes mortales se produjeron el 20 de julio en la CA-141 a la altura de Argoños, donde falleció un motorista; el 27 de ese mes en la N-634 a la altura de Hazas de Cesto, tras el vuelco de un turismo; y al día siguiente en la Avenida Parayas de Alto Maliaño, en un accidente que involucró a un turismo.
En cuanto a la movilidad, en la comunidad autónoma se registraron cerca de un millón y medio de desplazamientos (aproximadamente 1.465.000), un 4% más en términos interanuales.
A pesar de ese aumento, el número de retenciones y problemas de congestión ha sido menor, debido a un escalonamiento en los accesos y regresos a Cantabria y a la climatología "más favorable", así como a las mejoras y el avance de las obras en el entronque de las autovías A-67 y A-8, destaca la Delegación.
El dispositivo especial de seguridad vial desplegado este verano ha contado con la participación de 240 personas, entre ellas 180 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) y 60 funcionarios y personal técnico. Además, han colaborado la Policía Local de diversos ayuntamientos, el personal de mantenimiento de Carreteras y los servicios de emergencia.
Durante ambos meses estivales se llevaron a cabo dos campañas de control y vigilancia: en julio, enfocada en el control de la velocidad; y en agosto, centrada en el control de alcohol y drogas.
En el marco de esta campaña especial de control de alcoholemia y drogas, la Benemérita realizó 2.821 pruebas, con un total de 36 conductores denunciados.
Y en total, entre julio y agosto, los agentes realizaron 23.729 pruebas de alcohol. Además, durante cuatro fines de semana se llevaron a cabo campañas especiales dirigidas a motocicletas.
