Ayuntamiento de Polanco denuncia "calumnias, insultos y amenazas" en redes contra la alcaldesa y concejales

El Ayuntamiento de Polanco ha presentado ante Guardia Civil una denuncia por infracción penal contra los promotores y participantes en "una campaña orquestada de desprestigio del municipio y de los vecinos a través de las redes sociales, con calumnias e insultos a varios miembros de la Corporación, así como de amenazas a la alcaldesa, incluidos deseo de su muerte para ella y su familia".

Según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, esta campaña de "calumnias, insultos y amenazas" cree que tiene su origen en la orden de recogida de un grupo de gatos en una casa particular en Soña cuyo propietario está acogido en una residencia.

Además, el Consistorio ha solicitado el amparo de la Delegación del Gobierno y de la Federación de Municipios de Cantabria (FMC) ante "esta campaña de amenazas e insultos, que alcanza también a algunos trabajadores".

La campaña denunciada ante la Guardia Civil, según ha detallado el Ayuntamiento, "se concreta en la difusión de vídeos y mensajes negativos hacia el municipio y llamamientos a colapsar las redes sociales o los correos electrónicos del Ayuntamiento, con el consiguiente perjuicio que ello supone".

La denuncia ha sido interpuesta ayer lunes por la alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz, y miembros del equipo de gobierno que han sido "aludidos en más de medio millar de mensajes recibidos durante el fin de semana a través de diferentes canales, en los que se difama e imputan delitos a los representantes municipales".

Según han relatado desde el Ayuntamiento, "la campaña se inició en la tarde del pasado viernes cuando se difundió a través de la red social Instagram un vídeo con imágenes del supuesto maltrato a unos gatos y en el que se invitaba a otros usuarios a hacer comentarios negativos de la Corporación, vídeo que durante las horas siguientes fue compartido miles de veces por diversos usuarios y varias organizaciones animalistas, sin que ningún momento la información difundida hubiese sido contrastada".

En ese vídeo y en los comentarios, el Consistorio ha asegurado que se acusaba a miembros de la Corporación municipal de delitos como "incumplir la ley de bienestar animal o de estar dejando morir de hambre a los gatos", además de inferir insultos dirigidos a la alcaldesa como "discapacitada mental", "asesina" o "monstruo", junto a deseos de su muerte.

En la denuncia presentada ante la Guardia Civil se señala como promotores y participantes a diversos usuarios de redes sociales como Facebook, X e Instagram que han compartido el supuesto vídeo del maltrato y otros posteriores de similares características, así como a los autores de los mensajes insultantes y amenazantes a través de los mismos canales y también de Messenger y del correo electrónico.

También se pone de manifiesto ante la Guardia Civil que la campaña de difamación se intensificó cuando el Ayuntamiento solicitó a las personas que estaban alimentando a los gatos que no lo hiciesen para permitir la captura de los animales para su asistencia sanitaria, castración, ponerles el chip y llevarlos a una protectora, dado que estos animales no corresponden con una colonia felina.

"Incluso algunas de estas personas han llegado a acceder al interior de la casa, que se encuentra en estado de semiabandono, con jaulas y comida para los animales incumpliendo la normativa vigente y sin respetar los carteles de advertencia y el precintado colocado por la Guardia Civil para permitir la captura de los animales", ha indicado el Consistorio.

El Ayuntamiento ha asegurado que tiene un permiso expreso del dueño de los animales donde autoriza a la Corporación local y a uno de los vecinos más cercanos para el cuidado de los animales mientras él no pueda hacerlo, por lo que el Consistorio está recogiendo a los gatos en cumplimiento de la legislación vigente.

Además, desde el Consistorio han informado que, días antes, se había procedido por el mismo método a recoger varias gallinas que estaban en la casa, que hacía tiempo que no recibían alimento ya que su propietario estaba siendo atendido en un centro sanitario y más tarde en una residencia.